Volumen 29 (2) Julio-Diciembre 2016
Editorial
Derechos de los ciudadanos en la Unidad de Ictus del
Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia. Políticas sociales.
Jaqueline Castillo Rivas1, Dr. Gerardo Quirós Meza2, Dra. Johanna Salazar Nassar3.
1. Universidad de Costa Rica
2. Servicio de Vascular Periférico , Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia,
3. Departamento de Neurociencias, Hospital R.A. Calderón Guardia
Este comentario hace referencia al cumplimiento de los derechos ciudadanos en la Unidad de Ictus del Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia (UIHCG),
según las actuales políticas sociales a nivel institucional, en la seguridad social costarricense.
La población del país tiene una esperanza de vida al nacer de 79 años para los hombres, 82 para las mujeres y 69 años de esperanza de vida saludable. Este
incremento de edades ha cambiado el perfil epidemiológico de la enfermedad cerebrovascular (ECV).
El envejecimiento de la población, así como el consecuente aumento de los casos de ECV y la acumulación de discapacidad que ello conlleva, ha provocado
que las políticas sanitarias previas con las que se estaba manejando esta enfermedad hayan quedado rezagadas. Lo anterior pretende evidenciar el gran reto que
enfrenta el país en cuanto a la instalación de un manejo actualizado y más eficiente de la ECV.
En Costa Rica, la mortalidad en los 30 días posteriores a un ictus (ECV agudo), ronda un 30%. En países que han implementado programas de atención y
prevención efectivos para esta enfermedad, la mortalidad es de un 12 al 20%. La UIHCG se formó en respuesta al número creciente de pacientes nacionales que
sufren de ictus, con el fin de disminuir la morbilidad y mortalidad asociada a esta enfermedad.
En el abordaje de la ECV, existe una gran inequidad en la prestación del servicio de atención en unidad de ictus y en la posibilidad de aplicar trombolisis
aguda, debido a la diferencia en ubicación geográfica de la población con respecto al único centro que a la fecha ha sido autorizado por la institución para este
efecto. Además, hay carencia de recurso humano y económico a nivel institucional, así como existe gran falta de educación a la población para acudir en período
de ventana adecuado, para tener acceso a tratamiento efectivo. Se debe sumar el problema de transporte para los pacientes con ictus agudo, sea por la presencia de
algún grado de discapacidad o por el personal que les apoya. Y no debe dejarse sin mencionar, que hay usuarios con limitación al acceso a los servicios de salud,
a los servicios de rehabilitación y las redes de cuido.
El ictus tiene costos muy elevados, que representan una gran carga económica para la sociedad, debido a que los usuarios con secuelas de ECV representan
las mayores incapacidades no traumáticas y el mayor número de años de vida laboral perdidos. La esfera psicosocial personal y familiar es otro costo indirecto
que representa gran inconveniente. En el caso del paciente envejecido, hay incumplimiento de la ley integral de protección al adulto mayor 7935 por todos los
puntos débiles en la cadena de atención a la ECV.
La UIHCG trata de brindar a todo el territorio nacional una atención efectiva de la ECV, segura y accesible; por medio de sus servicios multidisciplinarios
en neurociencias, los cuales están disponibles las 24 horas del día. Dentro del armamento terapéutico ofrecido, se encuentran la trombolisis intravenosa y la mecánica.
Además, se cuentan con camas específicas para estos pacientes, donde se establece una vigilancia, monitoreo y estudio en forma aguda y metódica.
En la actualidad, en esta unidad, se aplican acciones claves en materia de derechos humanos, protección social y sanitaria. Existe un concepto transversal y
universal de la salud, el cual involucra a todos los aspectos relacionados con el bienestar social, para democratizar el acceso a la mejor atención en el ECV.
Un pilar en las políticas sanitarias practicadas es la promoción de diversos programas educativos en ictus a nivel de la seguridad social. Otro punto fundamental
consiste en informar a los usuarios sobre la prevención de los factores de riesgo asociados a ECV, como la hipertensión, la dislipidemia o el tabaquismo.
Un aspecto que ha cobrado mucha importancia en los últimos 5 años, es la descripción del perfil epidemiológico de la ECV. También se ha documentado el
análisis territorial cuantitativo (tipo de población afectada, condición de salud previa, recursos disponibles para la atención en su área de residencia), la cartografía
de la distribución de los servicios de salud, el diagnóstico cualitativo de la atención en salud de los pacientes con ictus (puntos débiles y fuertes en la atención de
este tipo de pacientes). Todo lo anterior permite generar información para crear insumos indispensables que permitan atender mejor a estos pacientes, así como
para definir las acciones sanitarias necesarias para ello.
La definición del perfil epidemiológico del ictus en Costa Rica es indispensable para lograr una visión global sobre los determinantes sociales, financieros y
sanitarios, que permitan poner en marcha un programa nacional de salud pública efectivo, eficiente, seguro y accesible.
San José, Costa Rica. Revista de la Asociación Costarricense
de Ciencias Neurológicas, ACCN / info@neuroeje.com
ISSN 2215-5716